Archivos del Folklore Chileno: Segunda etapa

“La revista Archivos del Folklore Chileno inició su existencia por iniciativa del Dr. Yolando Pino Saavedra el año de 1950, como la voz de las actividades del Instituto de Investigaciones Folklóricas “Ramón A. Laval” de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, fundado por el mismo estudioso en 1947.

Hasta el año de 1971 aparecieron nueve números dicha revista, todos ellos con la dirección de su creador. En 1976, ya lamentablemente suprimida la gran mayoría de los institutos de esa Universidad, entre ellos el mencionado, salió su número 10, como publicación periódica del Departamento de Ciencias Antropológicas y Arqueológicas de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Chile, gracias a un aporte del en ese entonces Servicio Técnico de Desarrollo Científico, ahora Departamento de Investigación y Desarrollo de la misma Universidad. En ese número, cuyo Director fuera el profesor Bernardo Valenzuela, miembro también del Comité Asesor de Archivos, con el profesor Manuel Dannemann, se destacó la calidad académica de Yolando Pino y se dieron a conocer su bibliografía y recensiones de varios de sus libros y artículos.

¿Por qué la Universidad de Chile, a mediados del siglo XX, decidió apoyar la publicación de una revista dedicada al folclore, vocablo que asimismo en aquel tiempo poseía para casi todos los habitantes de este país, una significación acotada a formas de vida vulgares y a presentaciones de grupos o de solistas divulgadores de la danza y la música predominantemente rurales?

Una respuesta concierne al prestigio del Dr. Pino, aunque más de alguno de sus severos colegas universitarios hubo de fruncir las cejas y sonreír socarronamente ante ese desliz de un catedrático erudito, Doctor en Filosofía por la Universidad de Hamburgo, Decano, poco antes de fundar el Instituto de Investigaciones Folklóricas -hasta 1944- de la venerable Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. Otra atañe a una noble y poderosa tradición del estudio del folclore en esta Universidad, vale decir, que con toda su relevancia, el Dr. Pino no fue el primer profesor de esta institución que se atrevía a descender del olimpo de las ciencias y de las letras, como habrán pensado no pocos de sus pares, para mezclarse con la trivialidad de la gente de poca educación, o, sin eufemismos, inculta, como todavía se escucha hablar a personas de las más diversas condiciones.”

(Dannemann 2002: 9-10)

«En relación con su producción, los Archivos de Folklore Chileno fueron editados por Yolando Pino y se componían de 13 fascículos: los 8 primeros conforman la primera etapa de la revista (1950-1957), los siguientes 9 y 10 corresponden a la segunda (1971-1976) y los últimos tres, del 11 al 13, a la tercera (2002-2008).»

(Spencer, Contreras, Rammsy 2019: 17)